La medida abarca las Áreas Naturales Protegidas costeras de Punta Bermeja, Caleta de los Loros, Bahía de San Antonio, Complejo Islote Lobos y Puerto Lobos.
Motivó tal decisión el resultado positivo para toxina botulínica de los análisis enviados por el Ministerio de Salud de la Provincia a partir de una muestra tomada en el Área Natural Protegida “Bahía de San Antonio” el pasado 6 de octubre.
Cabe señalar que la toxina botulínica afecta al sistema nervioso, razón por la que actúa de manera rápida sobre la persona que es infectada. Esta toxina puede ser incorporada al organismo por ingerir alimentos contaminados. Los síntomas en las personas afectadas pueden ir desde cólicos, vómitos y diarrea hasta la muerte, dependiendo de la concentración de la toxina y la sensibilidad de la persona que la ingiera.
Mejillones, cholgas, almejas y ostras pertenecen al grupo de moluscos marinos que se alimentan de partículas microscópicas por filtración y pueden ingerir microorganismos (algas) que contengan la toxina y, al concentrarla en su interior, se vuelven peligrosos para el consumo humano.