El aislamiento de esta especie en las cabeceras del mencionado arroyo se debe a la estabilidad térmica del ambiente, ya que se trata de arroyos termales con temperaturas constantes en todo el ciclo anual.
A lo largo de los siglos la mojarra desnuda supo sobrevivir sin inconvenientes debido a su aislamiento y a la falta de depredadores o competidores directos en su medio. Recientes revelamientos realizados por personal técnico de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS) han permitido detectar una incipiente amenaza que, de no tomarse las medidas necesarias, podría mermar dramáticamente sus poblaciones.
El hallazgo, que ha causado alerta y preocupación, es un nuevo pez que no era conocido en la zona y se trata de una mojarrita conocida como "Piava". Por su similar tamaño e idéntica dieta compite directamente con la mojarra desnuda y estaría incrementando progresivamente su número. Ingresó hasta las cabeceras del arroyo Valcheta, donde las mojarras desnudas aún son abundantes debido a la ausencia de salmónidos, que no toleran las altas temperaturas.
La "Piava" conocida en el ámbito científico como Cheirodon Interruptus es utilizada comúnmente como carnada viva, razón que explicaría su presencia en el arroyo Valcheta, al ser introducida por pescadores que la habrían traído de la provincia de Buenos Aires.
La SAyDS está realizando investigaciones junto a científicos del CONICET y de la Dirección Provincial de Pesca con el objeto de coordinar acciones para conservar las poblaciones de mojarra desnuda.