El hecho fue verificado el 3 de enero, cuando un guarda ambiental realizaba los monitoreos habituales. Se constató que de los 3.500 nidos activos no quedaba ninguno y que los más de 10.000 huevos que allí se albergaban estaban destruidos o perdidos, además de que las aves habían abandonado el lugar.
Esta colonia estaba compuesta por gaviotines de tres especies, que se agrupan para nidificar en sitios protegidos de la costa marina. Esta especie es pariente de las gaviotas pero, a diferencia de estas, se alimenta exclusivamente de peces que capturan zambulléndose en picada sobre la superficie del agua.
La deserción de esta colonia fue un misterio en un principio y una mala noticia para las autoridades de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS), organismo que se encontraba llevando a cabo su custodia, mediante monitoreos y tareas de vigilancia del sector, a fin de evitar el ingreso de personas.
Luego de analizar las posibles causas, se descartó la hipótesis de un hecho de vandalismo, dado que no había huellas y ningún huevo estaba pisado. El cuerpo técnico de la SAyDS, conjuntamente con especialistas del Centro Nacional Patagónico (CENPAT), determinaron que el abandono de la colonia se debió a causas naturales: una marea extraordinaria habría inundado buena parte de la colonia, generando el abandono de la totalidad de los nidos y la exposición sin protección de los huevos, que posteriormente fueron predados por cientos de gaviotas cocineras y chimangos.
Cabe señalar que los gaviotines, a pesar de haber fracasado en su intento de reproducción, casi siempre regresan al año siguiente al mismo sitio para volver a cumplir el ciclo.
En un corto plazo la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable instalará en esta zona una casilla, cuya adquisición ya se encuentra en trámite, que contará con la presencia permanente de guardas ambientales para seguir monitoreando toda la biodiversidad del lugar.