Consiste en la liberación de machos estériles capaces de copular con hembras fértiles sin fecundarlas, impidiendo así la reproducción de la plaga.
El Secretario de Fruticultura de Río Negro, Facundo Fernández, destacó la importancia estratégica del programa, que desde 2005 permite que la fruticultura patagónica acceda sin restricciones a los mercados internacionales gracias a su estatus sanitario.
Subrayó, además, que la incorporación de esta tecnología “fortalece la competitividad del sector y ratifica el compromiso conjunto entre productores, empresas y el Estado para cuidar el estatus fitosanitario de la región”.
La nueva infraestructura —que demandó una inversión cercana a 260 millones de pesos— incorpora cámaras de frío que permiten adormecer a los insectos estériles antes de su liberación, facilitando su manipulación y distribución. También se sumaron dos vehículos y equipamiento informático, financiados con los aportes del canon aplicado a cada kilo de fruta que sale de la región.
Durante el acto, del que participaron autoridades nacionales y regionales del SENASA, del Gobierno de Neuquén y de la CAFI, se realizó un recorrido por las instalaciones, guiado por especialistas de FUNBAPA, quienes explicaron el proceso de producción y liberación de los insectos.
Fernández valoró el trabajo coordinado entre las provincias patagónicas, los productores, las empresas privadas y la Nación, y remarcó que “mantener la región libre de mosca es una condición indispensable para sostener las exportaciones y proteger el esfuerzo de toda la cadena frutícola”.