Así se desprende de las estadísticas elaboradas por personal de la mencionada central, que establecen que la superficie quemada durante este período fue de 4393,25 hectáreas. De este total, menos de un 1% afectó al Bosque Nativo. El mayor porcentaje de vegetación afectada corresponde a matorral (45%), seguido de pastizal (44%).
Existe un aumento de la cantidad de intervenciones, en comparación a un período similar de octubre 2016 a febrero de 2017, que se debió a las pocas precipitaciones producidas durante enero y febrero. Esto generó que el material combustible tuviera poca humedad y lo predispuso a la ignición, explicó el documento.