No sólo en Argentina, sino también en el mundo entero la automedicación es un problema que pone en riesgo la salud de la gente. Una automedicación lejos de ser favorable, algunas veces, termina perjudicando la salud.
Al respecto Muruaga, expresó que “en Argentina se venden alrededor de 70.000.000 de cajas de medicamentos, analgésicos en general; antibióticos, antidepresivos, desinflamatorios y vitaminas. Que a veces son adquiridos en farmacia y otros compartidos entre amigos y familiares”.
Muruaga explicó “la gente a veces cree tener más conocimientos de los que en realidad posee; ahora también con las redes sociales buscan que tomar para combatir un determinado síntoma, lo que muchas veces no saben es que ese síntoma puede ser causado por un montón de enfermedades, por eso el médico evalúa a través de varios factores, e incluso puede necesitar estudios complementarios para hacer un diagnóstico y finalmente medicar. La automedicación, generalmente demora la consulta y genera un diagnóstico tardío”.
“Las publicidades también inducen al uso de analgésicos, antiácidos, antiespasmódicos, entre otros. También está la automedicación, a base de gotas, o té de diferentes tipos o sustancias que no están comprobadas científicamente. Incluso, ocurre que en caso de intoxicación a causa de estas sustancias es complejo su tratamiento porque no se sabe con cuanta concentración viene lo que fue consumido”, manifestó Muruaga.
Por último, el Secretario expresó: “La automedicación puede enmascarar el cuadro, e incluso llevar a tener que utilizar medicación cada vez más fuerte. Un ejemplo es cuando al automedicarse con antibióticos que no está indicado para una infección determinada y sensible por el tiempo y dosis necesarios, puede generar una resistencia al tratamiento infeccioso. El mensaje es no automedicarse, pedir ayuda, consultar a un médico.”