La misma se llevó a cabo durante dos días en la sede de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) en Viedma.
La actividad, organizada por la UNRN y la Fundación Félix de Azara, contó con más de 130 inscriptos que llegaron de toda la provincia y la región Patagónica, entre los que se encontraban los guardas ambientales que cumplen funciones en las Áreas Naturales Protegidas de Río Negro.
Los funcionarios se mostraron gratificados por la gran participación, y agradecieron a la universidad y la fundación por la organización del curso.
A su vez, Migani destacó la importancia de estos cursos que brindan nuevas herramientas para la conservación y protección de los ambientes naturales con los que contamos.
Las disertaciones estuvieron a cargo del museólogo Claudio Bertonatti, naturalista asesor de la Fundación Félix de Azara, consejero de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y consultor para la Administración de Parques Nacionales; el Dr. Sebastián Apesteguía, investigador de la Fundación Azara, del CONICET y la Universidad Maimónides, y el arqueólogo Alberto Pérez, docente de la Universidad de Buenos Aires.
También estuvo presente Adrián Giacchino, responsable de la Fundación Félix Azara, quien contó que se trabajó en esto tres bloques, ANPs, paleontología y arqueología, porque son áreas que conviven entre si. “Si uno va al campo encuentra biodiversidad, encuentra restos arqueológicos y paleontológicos, entonces con esta capacitación buscamos brindarles las herramientas para que puedan tener una idea de otros temas en los que tal vez no se especializan”, explicó.
“Como cada vez somos más en nuestra sociedad las áreas naturales protegidas tienen más presión, por ello hay que ver de que manera resguardarlas”, dijo el especialista y destacó que la provincia de Río Negro tiene mucho potencial con respecto a otras provincias. “Todavía queda muchísimo para conservar, por lo que hay que trabajar en ese sentido”, sostuvo.
Lapa: “un curso de gran nivel”
Ariel Lapa es guarda ambiental de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable y desde hace un tiempo se asentó en Chipauquil, Área Natural Protegida Meseta de Somuncura.
El guarda enfatizó en la buena participación que tuvo el curso, y con capacitadores de categoría. “Realmente fue muy bueno el curso, de gran nivel. Nos brindó muchas nuevas herramientas para poder trabajar con los grupos que visiten las diferentes ANPs, y poder apuntar las charlas hacia los diferentes puntos de vista”, dijo.
Describió que “Meseta es un área que tiene la particularidad de contar con características geográficas únicas y especies que no podemos ver en otros lugares, por lo que fue declarado intangible o de máxima protección. Por ello es mucho el trabajo de concientización que tenemos que hacer”.
La región de Somuncurá reviste de interés geomorfológico, geológico, climático, biológico y ecológico, y de características únicas en Río Negro y en la Patagonia.
El área es de gran interés biológico por la existencia de especies y subespecies endémicas vegetales, y animales como la mojarra desnuda, la lagartija de las rocas, la rana de Somuncurá, algunas subespecies del piche patagónico y un habitante de las rocas: el pilquín o chinchillón.
El área natural protegida Meseta de Somuncura de la provincia de Río Negro fue creada por decreto provincial Nº 356/1986, sus límites fueron establecidos por decreto provincial Nº 1437/2004 y su plan de manejo aprobado por decreto provincial Nº 465/2008.
Fue incorporada al régimen provincial de áreas naturales protegidas de la ley Nº 2669 de 1993, pero en la práctica no se llevaron a cabo ninguna de las acciones necesarias para su preservación. Es administrada por el Servicio Provincial de Áreas Naturales Protegidas.
Río Negro y sus 14 Áreas Naturales Protegidas
Río Negro cuenta con 14 Áreas Naturales Protegidas: Punta Bermeja- La Lobería, Caleta de Los Loros, Bahía de San Antonio, Complejo Islote Lobos, Puerto Lobos, Meseta de Somuncura, Río Azul - Lago Escondido, Río Limay, Valle Cretácico, Parque Provincial Azul, Bosque Petrificado de Valcheta, Cipresal de las Guaitecas, Camino La Luisa y Lagunas de Carri Laufquen.
Las Áreas Naturales Protegidas son porciones del territorio que han sido reconocidas por la comunidad científica, la opinión pública y las autoridades como de alto valor patrimonial, en donde la conservación de la naturaleza es su objetivo principal y son especialmente sensibles al impacto de las actividades humanas.
Esta valoración se concreta a través de la aplicación de un marco legal e institucional en el que, según los casos, es el ámbito nacional, provincial o municipal, el responsable de la gestión de ese territorio y sus recursos naturales, en especial de su biodiversidad. Ello hace que deban extremarse los esfuerzos a fin de profundizar el conocimiento del patrimonio natural de cada una de ellas, como línea de base para detectar eventuales cambios, de intensidad o de características no deseadas o no previstas, que puedan atribuirse a la actividad humana.
En 1993, en Río Negro se sancionó la Ley Nº 2669 de creación del Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas. En ella se establecen los objetivos de conservación, las categorías de manejo de las áreas (similares a las propuestas por la UICN), se ratifican las unidades de conservación preexistentes y se crea un organismo específico para la administración de estas Áreas: El Servicio Provincial de Áreas Naturales Protegidas.