En principio se comenzó con un proceso de clasificación y reutilización de los residuos sólidos orgánicos como té, café y yerba.
El té y el café se emplean como fertilizantes para las plantas ornamentales del organismo, mientras que con la yerba se está realizando un compostaje para obtener humus.
El proyecto de la yerba se encuentra en una etapa inicial, ya que la recolección se inició en febrero, por lo que a principios del mes de julio se obtendrá la primera producción de compost. La propuesta apunta a que el producto final sea destinado para su uso en escuelas agropecuarias, huertas comunitarias, viveros provinciales, entre otros.
El compost es uno de los mejores abonos orgánicos que se puede obtener en forma fácil y que permite mantener la fertilidad de los suelos con excelentes resultados en el rendimiento de los cultivos.
Por otro lado, se ha colocado un bolsón en el ingreso a las instalaciones donde se acopian los residuos sólidos inorgánicos, que luego son donados a recicladores locales.