La finalidad de dicha declaración apunta a disminuir la corriente de residuos generada por el uso de los pañales descartables, cuyas acciones se inscriben dentro del plan provincial para la gestión integral de residuos sólidos urbanos (GIRSU).
El proyecto fue presentado por una pareja cordobesa que vive en Río Negro desde hace varios años. A causa de que su segundo bebé sufría dermatitis crónica de pañal descartable tuvieron que recurrir a crear un pañal de tela y, a partir de ese momento, comenzaron a construir ese tipo de pañales para sus tres pequeños hijos.
Este descubrimiento, muy casero al principio, se expandió de manera rápida en virtud de que sus propios amigos les solicitaban que les confeccionaran estos pañales, lo que derivó en la creación de su primera empresa de pañales ecológicos. A la fecha los están entregando en más de 10 provincias, con talleres de producción en Córdoba y Cipolletti.
Más allá de que la iniciativa nació por una necesidad familiar, es preciso señalar que los estudios demuestran que los pañales desechables producen un alto impacto en el ambiente ya que podrían tardar hasta 500 años en desintegrarse. Además, para su construcción se utiliza plástico, celulosa, materiales que provienen del petróleo y otros productos químicos, como polietileno, altamente contaminantes.
Estos pañales están confeccionados con tela hipoalergénica, impermeable y con diseños estampados. Son resistentes a la tracción y al lavado frecuente y de rápido secado.