Al respecto el doctor Pedro Acuña, pediatra y trabajador del Hospital Artémides Zatti de Viedma, aseguró que “la bronquiolitis es una enfermedad respiratoria aguda, producida por un virus, que casi siempre es el virus sincicial respiratorio (VSR) y afecta a los menores de dos años”.
Los signos que sirven de alerta para concurrir a una consulta son: disminución o falta de apetito, decaimiento, mucosidad, catarro y lo más importante dificultad al respirar; se oye como un silbido en el pecho del bebé, la fiebre puede estar presente pero no es lo que predomina.
Al tratarse de un cuadro viral hay que ser minuciosos en el tratamiento, ya que no sirven los antibióticos en este caso y “hay que tener especial cuidado con un cierto grupo de riesgo que está más predispuesto a contraer la enfermedad: los niños en los primeros meses de vida, los que fueron prematuros, los que nacieron con bajo peso, los que tienen alguna cardiopatía, los que tuvieron alguna patología respiratoria”, remarcó el pediatra.
Las recomendaciones para disminuir la posibilidad de contagio son: ventilar los ambientes en los que está el niño de forma habitual, mantener la lactancia exclusiva hasta los seis meses y luego de que el niño comienza a comer en lo posible hasta los dos años, tener al día el calendario de vacunas, evitar los cambios bruscos de temperatura; sobre todo en los primeros meses de vida.
Cuando el niño no regula bien su temperatura corporal, tampoco es recomendable abrigarlo demasiado si está adentro de un ambiente calefaccionado, llevar al niño a controles pediátricos mensuales durante los primeros seis meses y fundamentalmente no fumar cuando se está al cuidado de un niño pequeño ya que “no solamente se trata de no fumar alrededor del bebé, el riesgo de provocar una enfermedad respiratoria puede estar igual, porque el tabaco queda impregnado en la ropa del fumador”, concluyó Acuña.